Bs As, 14 de mayo del 2013.
Mi amigo Luis me mando vía mail este escrito. Considero que es tan pleno, tan completo que no es necesario agregarle una palabra más. Espero que lo disfruten tanto como lo hicimos nosotros.
Texto de Luis Ernesto Espinoza. (Chamalú)
Hace un alto, cualquier cosa que estés haciendo, déjala por un instante.
Esta es una llamada a la vida plena, para que podamos reencontrarnos con esa esencia que nos une.
Un único y sagrado deseo tenéis, y es la suprema reverencia. Entonces me veras vestido de árbol, montaña o amanecer y Mi Voz será audible a tu corazón.
Hay una sola manera de vivenciar la reverencia y es la felicidad. Esa felicidad interminable, por eso los he diseñado, para que ella sea vuestra condición natural.
Ahora solo falta, en ejercicio de vuestra libertad, de esa cotidiana recreación a la que estáis invitados a disfrutar, el sagrado regalo que os ofrezco en forma de vida, es una preciosa oportunidad para crecer, pues en ese acrecentamiento transparente, volverás un día a unirte a mí..
La mejor manera de retornar a la fuente es muy simple: solo se trata de jugar. Jugar sin pretender ganar ni temer a la derrota, es como avanzamos por el sendero sagrado; la caminata se convertirá en danza. Cuando tu instante se llene de música y tu peregrinación sea una danza… el camino de la luz habrás encontrado y otra vez seremos uno.
Nos enviaron al mundo a jugar y ¡fíjate como estamos¡ ¡Cuánto tiempo deambulando por la tierra y aún como estamos¡
¡Si solo vinimos a jugar, si solo estábamos jugando, si solo se trataba de jugar!
¿Y si volviéramos a jugar?
¿Y si volviéramos a abrazar los árboles y descalzos caminar con reverencia?
¿Y si retornáramos a la ternura y así la inocencia fuera nuestro contexto?
¿Y si volviéramos a hablar con los árboles, con los animales y a danzar con las estrellas?
¿Y si realizando un esfuerzo evocativo volviéramos a oír la voz de Dios?
¿Y si no nos aguantáramos nuestras ganas de reír, de llorar, de cantar y danzar, de celebrar y disfrutar, de vivir intensamente?
¿Y si volviéramos a jugar, sin olvidar que lo único serio es el humor?
Hermano, presiento en tu mirada, esas incontenibles ganas de apuntarte otra vez a la vida plena. Que queden atrás problemas y preocupaciones convertidos en sagrados desafíos o valiosas enseñanzas.
Que queden atrás los temores y el autoengaño. La opinión de los demás y la irreverencia, para dar paso al humor, para encarnar el amor, para aprender ininterrumpidamente y reencontrarnos como flores del mismo jardín, como árboles del mismo bosque, como niños del Universo volando de retorno a casa!.
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